miércoles, 16 de diciembre de 2020

Manuel Peláez del Rosal: "El allegado" (ABC, 15.12.2020)

 TRIBUNA LIBRE

El allegado

El trasiego de allegados será más exponencial que si no se hubiere interpretado tan laxamente

Manuel Peláez del Rosal

Catedrático de Derecho Procesal y académico

CÓRDOBA 15/12/2020 

https://sevilla.abc.es/andalucia/cordoba/sevi-allegado-202012150825_noticia.html


¡Quién nos iba a decir que este participio pasado del verbo allegar, ya recogido en el primer tomo del Diccionario de la RAE, editado en 1726, iba a tener un meneo de órdago casi trescientos años después! Pero así es la gramática y su tejido de palabras, cuyo uso está al pairo hasta que las circunstancias lo mueven. Tal es lo que le ha sucedido con el vocablo allegado, término coloquial que todo el mundo da por sabido cuando un episodio mortífero, como es la pandemia, lo saca de sus casillas y lo echa a volar. Allegado se considera a la «persona cercana o próxima a otra en el espacio y en el tiempo en parentesco, amistad, trato o confianza».

Entrando al trapo, algunos presidentes de comunidades autonómicas, saltándose a la torera el imperativo gubernativo, con su prurito de pulirla, han declarado que dada la complicación que produciría el trasiego de allegados en la próxima Navidad sólo podrá moverse la llamada «ciudadanía» siempre que sea para reunirse con familiares, nunca con allegados.

Los juristas y académicos que somos buena gente tratamos por encima de todo de fundamentar las reglas para que su alma se vea más que su cuerpo. Y es que la figura del allegado ha tenido fortuna y ha sido reconocida legalmente relacionándola con el derecho de visita de los menores en el artículo 160, párrafo 2º, del Código Civil que prescribe que «no podrán impedirse sin justa causa las relaciones personales del menor con sus hermanos, abuelos y otros parientes y allegados». Este artículo consagra el derecho de visita o relación reconocido al menor a fin de no mermar su personalidad. Más adelante en el párrafo 3º asimila la ley al pariente con el allegado. Sería el allegado un pariente, siendo aquél una especie del género con el que se le asocia.

«Presumimos que la policía sancionadora deberá tener aprobado un máster en genealogía»

Resultará preciso establecer, por tanto, cuáles y cuántos sean los parientes o allegados y en qué grado para evitar ser sancionados en el supuesto del desplazamiento a casa ajena, invocando esta condición. Dejando indeterminado en todo caso el grado de parentesco en la norma de marras, como un coladero o trampantojo, podría invocarse el parentesco por un allegado primo tercero de otro respecto a la tía bisabuela materna, en su calidad de tataranieto. Presumimos que en tal caso la policía sancionadora deberá tener aprobado un máster en genealogía, porque la hipótesis, aun siendo peregrina y extremosa, es posible.

A más a más, que dicen en Cataluña, una enorme jurisprudencia periodística se ha prodigado al respecto con plurales versiones. El presidente cántabro, que es un figura, ha ironizado con el ministro del ramo para hacer una de sus gracias: «Es muy importante que esto no sea una barra libre y que los allegados sean allegados de verdad, y no llegados», dixit.

La marabunta de casos que se ha suscitado en la palestra informativa ha sido tal que hay quien sostiene que son allegados los amigos de una peña de fútbol o los compañeros con quienes se comparten cañas y tapas al salir del trabajo diario, los vecinos del quinto bien avenidos, la llamada asistenta, la niñera o «tata» de toda la vida a la que se profesa un profundo cariño; las nodrizas, e incluso el padre putativo respecto al padre biológico, y no digamos la suegra que sigue siendo un paradigma en las relaciones familiares de cuñados y yernos y demás ralea. Le será difícil —se comenta— imaginar al guardia control de carreteras sondeando a los conductores sobre su relación con la persona a la que van a acompañar en Nochebuena, saltándose el cierre perimetral de cada comunidad.




El ministro creativo

Saliendo al quite el mismo ministro creativo para que la prescripción gubernativa sea menos indeterminada ha dicho que el documento se refiere a tener una afectividad especial, con quien «sin tener una relación familiar clásica con otra persona tenga una vinculación sentimental muy determinada», con tal de recoger en su contenido «todas las realidades sociales», cual burbuja de convivencia estable. Por la boca muere el pez, pues siendo éstas ilimitadas el trasiego de allegados será infinitamente más exponencial que si no se hubiere interpretado tan laxamente. Hoy la familia in extenso está lejos de ser considerada como antaño «una comunidad de padres, hijos y otros miembros organizados en torno al matrimonio monogámico y heterosexual».

Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado lo tienen crudo esta Navidad, pese a quien le pese. Difícil situación será conjugar la norma con la presencia del virus que acecha sin que uno pueda percatarse de su alevoso ataque. No entramos a dilucidar el número de allegados, si seis o diez, niños incluidos, pues éste será otro vía crucis, y aún queda lejos la Semana Santa.


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domingo, 13 de diciembre de 2020

Manuel Peláez del Rosal: Calle del Dr. Pedro López de Alba (Diario CÓRDOBA, 12.12.2020)

 Calle del Dr. Pedro López de Alba

El que fuera médico de Carlos V destinó parte de su hacienda a la fundación de un colegio de estudiantes pobres en Córdoba

Manuel Peláez del Rosal (Real Academia de Córdoba), 


Diario CÓRDOBA, 12.12.2020


https://www.diariocordoba.com/noticias/opinion/calle-dr-pedro-lopez-alba_1401548.html 



Con el nombre de Pedro López se conocen varios personajes que desarrollaron su ciclo vital en diferentes épocas y con distintos motivos. El Dr. Pedro López (Anaut), fue un médico y político argentino (1876-1934) al que el Ayuntamiento de Buenos Aires le dedicó una arteria de su entramado urbano en 1989. Otro galeno, Pedro López (Medina), natural de la villa palentina de Dueñas, ha pasado a la historia por haber fundado varios hospitales en la ciudad de Méjico, en la que murió en 1597. Otro Pedro López, diputado regional, tiene dedicada una calle en la villa de Torre Pacheco, localidad murciana junto al paradisíaco y no menos contaminado Mar Menor. También Córdoba tiene rotulada una vía (la antigua calle Carreteras) a Pedro López (Morales), riojano de nacimiento, afincado en Córdoba, y famoso empresario, banquero y político, que falleció en 1890 y en cuyo haber se contabiliza la construcción del Gran Teatro.

Pero no son ninguno de estos «pedroslópez», quienes han despertado nuestra curiosidad, sino otro Pedro López (de Alba), natural de la abulense Madrigal de las Altas Torres, fallecido en Córdoba en el año 1588. De su etapa académica y profesional poco se sabe. Para el cronista Rey Díaz, que buceó en las actas municipales, aparece avecindado en Córdoba en el año 1567 -ignorándose el motivo, aunque sospechando lo fuera por consejo del Mtro. Juan de Ávila al que debía conocer de antiguo, desde que ambos fueran alumnos en las aulas salmantinas-. Se sabe que estudió en la Universidad de Salamanca «donde corrió su carrera con grandes aplausos graduándose en física y medicina y recibiendo el grado de doctor, aventajándose a todos en lo asentado, prudente y bueno de sus curaciones».

Jubilado de sus ocupaciones habituales, había sido uno de los médicos del emperador Carlos V, lo que le había granjeado además la amistad y respeto de los grandes y principales varones de Castilla, y ya vecino de Córdoba, resolvió destinar parte de su hacienda a la fundación de un colegio de estudiantes pobres, actividad tutelar que ya ejercía en 1569 en su morada de la collación del Salvador y santo Domingo de Silos, en donde por aquellas fechas albergaba a religiosos del tardón (basilios).

Al decir del licenciado Andrés de Cazorla, jesuita natural de la villa de Priego, en la declaración testifical del proceso de beatificación de Juan de Ávila, al contestar la pregunta 22 del interrogatorio, declaró que el Dr. Pedro López, médico del Emperador, «partió desde Alemania hasta el Andalucía a ponerse en tan buenas manos como las del dicho Santo Maestro Juan de Ávila», lo que debió suceder cuando Carlos V abdicó de su cetro y volvió a España, hacia 1556. Y añade que fue el Santo Maestro quien aconsejó al Dr. Pedro López para que hiciese asiento en Córdoba y fundase un Colegio de estudiantes, del que el testigo fue uno de ellos. Otro declarante, el licenciado Fernán Pérez de Torres, rector de la parroquia cordobesa de San Nicolás y San Eulogio, manifestó que el Padre Maestro Juan de Ávila aconsejó al Dr. Pedro López para que fundase el Colegio de la Asunción de Nuestra Señora «el qual ha sido de mucho provecho en toda España». En su información testifical dijo también que había leído en una carta escrita por Juan de Ávila a Pedro López que estando en Córdoba el P. Francisco Gómez, rector del Colegio de la Compañía, no hacía falta él (Juan de Ávila) para dar consejos. La amistad entre Juan de Ávila y Pedro López debería venir de antiguo. ¿Llegaron a conocerse el Dr. Pedro López y el P. Juan de Ávila en Salamanca, antes del año 1517, o sería en la Universidad de Alcalá entre 1520 y 1526 en el supuesto de que el primero hubiere también cursado estudios en la primitiva universidad complutense? La cuestión es una pura conjetura, pero la dejamos apuntada por el momento, a la espera de una investigación más exhaustiva.

La fama de nuestro personaje se debe, pues, a haber sido el fundador del celebérrimo Colegio de la Asunción, hoy Instituto Luis de Góngora y desde 2018 uno de los nominados diecisiete Institutos Históricos Educativos de Andalucía: «... Es mi voluntad -había dejado escrito Pedro López- que en esta ciudad haya un colegio de estudiantes pobres que estén y residan en él... y quiero que se llame de la Asunción de Nuestra Señora...».

El régimen jurídico de esta institución educativa cordobesa, que el propio fundador propició con las Constituciones con que la dotó, influenciadas sin duda por los estatutos del colegio salmantino en el que se albergara como estudiante, fueron a su vez modelo por el que se rigió el primitivo Colegio Santiago de Granada como consta paladinamente en un Memorial que el padre Francisco de Ribera, rector del Colegio de la Compañía de Jesús elevara al arzobispo de esta ciudad en 1644. Razones más que suficientes para rotularle al abulense enraizado en Córdoba una de las nuevas travesías urbanas por descubrir y a la que se le llame calle, avenida o paseo del Dr. Pedro López de Alba. Es de justicia.

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domingo, 6 de diciembre de 2020

Manuel Peláez de Rosal: "Un Congreso Nazareno en Priego para un Año Jubilar" (Diario CÓRDOBA, 12.11.2018)

 UN CONGRESO NAZARENO EN PRIEGO

PARA UN AÑO JUBILAR

Manuel  Peláez del Rosal

Diario CÓRDOBA, 12.11.2018

       Durante los días 18 a 20 de octubre se ha celebrado en Priego de Córdoba (sede andaluza de la Asociación  Hispánica de Estudios Franciscanos) un Congreso Internacional Hispano-Portugués con el título “Las cofradías y hermandades de Jesús Nazareno y Nosso Sehnor dos Passos: Historia, Arte y Devoción”, bajo el formato de ponencias y comunicaciones, dirigido por el Dr. Manuel Peláez del Rosal, como coordinador general, el Dr. Juan Aranda Doncel (Sección Historia Moderna) y la Dra. Candelaria Alférez Molina (Sección de Historia del Arte).


El antiguo Convento de San Francisco de Priego de Córdoba, que conserva ricas muestras de arte renacentista y barroco ha sido el edificio que ha prestado su intendencia para celebrar las sesiones de trabajo.

Sesenta comunicantes, procedentes de universidades y centros de investigación de España y del Extranjero (Córdoba, Granada, Jaén, Cádiz, Sevilla, Málaga, Almería, Madrid, Albacete, Barcelona, Cáceres, Zaragoza, Santa Cruz de la Palma, Navarra y Alicante (España), Lisboa y Amadora (Portugal),  Oaxaca y Toluca (Méjico), Palermo (Italia), y numeroso público asistente se han dado cita en este importante encuentro internacional, cuyos correspondientes trabajos serán recogidos  en las actas que verán la luz a finales de año.

Pasar revista, por tanto,  a todas y cada una de las intervenciones excede del propósito de esta noticia. Pero sí hemos de hacer mención tanto de la ponencia de apertura, “Culto y devoción al Nazareno: 425 años de historia”, como la pronunciada por el Dr. Luigi Agus con el título “El tablero de Jesús con la cruz a cuestas en el retablo del altar mayor de la parroquia de la Asunción de Priego de Córdoba”, a la que asistió un numeroso público, entre el que se encontraba el antiguo vicario de la ciudad, don Manuel Cobos Rísquez y don José Camacho Marfil, capellán de la Hermandad. 

Acto después se procedió a la clausura del Congreso, presidido por el presidente de la AHEF y el hermano mayor de la Pontificia y Real Cofradía y Hermandad Sacramental de Nuestro Padre Jesús Nazareno, María Santísima de los Dolores Nazarena y San Juan Evangelista, José Manuel Nieto González, que en su parlamento ofreció la posibilidad de organizar otro evento similar en el año venidero 2019. El Congreso ha servido igualmente para abrir un nuevo capítulo relacionado con las hermandades portuguesas de Nosso Senhor dos Passos, que son el equivalente nazareno de las nuestras, significando la presencia en el mismo de la Dra. María Adelina Amorim, una de las más sobresalientes investigadoras en materia franciscana lusitana y brasileña.

El Congreso desarrollado en un clima de sana convivencia, organizó asimismo varios actos sociales y culturales, destacando el Concierto ofrecido por miembros de la Banda Sinfónica de la Hermandad de la Soledad Coronada, dirigido por el profesor del Conservatorio Elemental de Música, Juan Luis Expósito García, y la Exposición en el claustro del antiguo convento del arquitecto Julio Herrero Casaléiz con el título “Apuntes de viajes: Dibujos y pinturas”, que estará abierta hasta el 10 de noviembre.

  Quede aquí constancia de la importancia de este encuentro académico desarrollado con la colaboración de varias corporaciones y entidades, entre las que hay que destacar la Real Academia de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes de Córdoba, la Academia Andaluza de la Historia, la Academia de Letras y Artes de Portugal, la Diputación provincial, la Real Asociación Española de Cronistas Oficiales, el Instituto Español de Ciencias Histórico-Jurídicas, la Provincia Franciscana de la Inmaculada (OFM), la Oficina de Turismo del Excmo. Ayuntamiento y la empresa local  Knolive, en virtud de un convenio celebrado entre la hermandad prieguense y la AHEF, que hace el número 24 consecutivamente desde el año 1995 de los celebrados sobre materia franciscana, continuador de otros 5 durante los años 1983-1987, que tuvieron por temática precisamente la del Barroco en Andalucía, patentizando unos y otros la idiosincrasia de nuestra ciudad, su vinculación con la Orden de San Francisco, la religiosidad popular y el rico patrimonio monumental.

PROGRAMA DE MANO:





Manuel Peláez del Rosal: Un episodio congresual ( Diario CÓRDOBA, 06.08.2018)

 UN EPISODIO CONGRESUAL FRANCISCANO

Manuel Peláez del Rosal - Real Academia de Córdoba

Diario CÓRDOBA, 06.08.2019


Actas del encuentro:



1.- Cartel anunciador del Congreso

      Ignoro por qué razón don Benito Pérez Galdós llamó “Episodios Nacionales” a la obra que le hizo famoso, escrita muchos años después de haber sucedido los acontecimientos narrados. Pero de lo que no me cabe la menor duda es de que con sus relatos lo que quiso dejar patente fueron determinados hechos que no debieron pasar desapercibidos a sus contemporáneos, me refiero a los protagonistas que le dieron vida. 

      

2.- Sesión de apertura.

Nada de extraño tiene, por tanto, que rotular de “episodio” un congreso, no persigue otro objetivo que dar cuenta, a modo de crónica, o mejor, incentivar y fijar, como antídoto, en tiempos de astenia cultural, una serie de actos que han tenido lugar en un momento o en varios, pero concatenados, y que si no se refirieran, aunque fuere brevemente, equivaldría a no darles importancia, o a que la memoria del tiempo los hiciera desaparecer del imaginario colectivo o individual abocándolos al sumidero del olvido, o sea, a la desmemoria.


3.- Ponencia del profesor Sánchez López

En esta ocasión se han cumplido veinticinco años de un proyecto convertido en realidad, iniciado en 1995, en una localidad henchida de historia y arte, tan en boga ahora ambos conceptos, pero apenas considerados en el momento de su concepción, con el enigmático común denominador del “franciscanismo”. 


4.- Profesor Solana

La localidad es Priego, y su responsable, la Asociación Hispánica de Estudios Franciscanos, en siglas la A.H.E.F. Pocos, otrora, pudieron dar crédito a que la empresa, o mejor, la insólita aventura pudiera tener continuidad, y mucho menos que consiguiera alcanzar la antigua mayoría de edadde los 25 años. En este lapso de tiempo han sido más de trescientos los estudiosos de aquende y allende, nacionales y extranjeros, que han presentado el producto de sus investigaciones en el foro prieguense del antiguo convento de San Francisco, ahora restaurado y puesto en valor y al servicio de la comunidad científica.



5.- Sesión de apertura

En el congreso vigésimo quinto (celebrado durante los días 18 a 20 de julio) han participado una treintena de autores, naturales de España, Italia, Portugal y Brasil, que han dado fielmente un paso más en el estudio del arte y de la literatura franciscana, desde una perspectiva principalmente académica. La ponencia inaugural corrió a cargo del catedrático de la Universidad de Málaga Juan Antonio Sánchez López que ofreció una magistral visión sobre “San Francisco en la Historia del Arte”, rememorando su participación junto a sus discípulos en los primeros cursos y congresos. 

6.- Sesión del Congreso.

Del mismo modo la ponencia de clausura fue dictada por el catedrático de Filología Latina de la Universidad de Córdoba Julián Solana Pujalte que versó sobre un tema realmente novedoso: “Los franciscanos en los ´Coloquios` de Erasmo”, obra muy divulgada y bastante controvertida, centrándose en el análisis magistral de tres de ellos. Y entre la inauguración y la clausura el Congreso se abundó en temas artísticos y literarios tan sugestivos como fascinantes.
7.- Sesión del Congreso.

Entre los primeros –aspectos artísticos-hay que citar los trabajos sobrearquitectura conventual de Priego (Dr. García Molina y Dr. Peláez del Rosal), Almería (Escámez), Palermo (Dr. Agus), Lisboa y Évora (Dras. Simoes Tereno y Mourato Monteiro) y Nordeste del Brasil (Dra. Angélica da Silva y Taciana Santiago de Melo); sobre retablística de Rota (Manuel Romero Castillo); sobre pintura franciscana sevillana (Dra. Ruiz Barrera); sobre escultura e iconografía de Albacete, Sevilla, Viso del Alcor, Llerena y Carmona (Dr. Carrión Íñiguez, Ruiz Barrera, Dr. Gabardón de la Banda, Dr. Martín Roldán, Dra. Díez González y Manuel Morales), o sobre las manifestaciones artísticas de arquitectura y pintura en la provincia filipina de San Gregorio Magno (P. Cayetano Sánchez, ofm).


8.- Sesión del Congreso.

Entre los segundos –aspectos literarios- hay que destacar la poesía épica “El caballero Asisio” de fray Gabriel de Mata (Dr. Cruz Casado), la literatura de viajes franciscana (Ismael Cristóbal Montero e Inmaculada Herencia), “El Sermón de las Aves” del gibraltareño español fray Miguel Jerónimo Terrero (Dr. Quintana), lalingüística y la lexicografía (Dr. Jurado-López), la biografía referida a la ´santidad´de fray Juan de la Puebla (Dr. Rodríguez Becerra),los descalzos de la provincia de San Pedro Alcántara (Dr. Villegas Ruiz), fray Jerónimo José de Cabra (Dr. Moreno Hurtado), o al propio San Francisco en la obra de doña Emilia Pardo Bazán (Dr. Hurtado de Molina), sin olvidar el género de las coplas de contenido franciscano de los auroros o hermanos de la Aurora (Antonio Bermúdez Cano), o la provisión de cátedras humanistas en la provincia franciscana de Granada durante el siglo XVIII (Dr. Aranda Doncel).








9a y 9b.- Concierto de los profesores del Conservatorio 
de Música de Priego, Ruth González y Rafael Jurado Ortiz.


El Congreso ha tenido asimismo un componente culinario basado en la obra del lego Juan de Altamiras “Nuevo Arte de la Cocina Española” (con el asesoramiento de fray Ángel Ramón Serrano y la hispanista Vicky Hayward), plasmada en un menú netamente franciscano servido por el restaurante El Mirador de los Almendros; y como ha sido práctica habitual otro componente turístico, en esta ocasión con visita al Museo del Anís de la vecina población de Rute, en donde los congresistas fueron recibidos por su anfitrión (Anselmo Córdoba), el alcalde de la localidad y presidente de la Diputación (Antonio Ruiz Cruz) y la concejala de turismo (Mariló Peláez).


10.- Grupo de congresistas.


11.- Recepción en Rute.

Como homenaje a todos los investigadores que han participado con sus ponencias y comunicaciones en las veinticinco ediciones congresuales se ha descubierto un vítor colectivo con el nombre de los autores que han contribuido con sus trabajos a la edición de veinticinco libros de actas, con un total de 17.406 páginas y casi un millar de títulos. E igualmente se ha ilustrado el Congreso con una Exposición retrospectiva de la cartelería y de las patentes y programas de la efeméride celebrada.


12.- Claustro del antiguo Convento 
de San Francisco (Priego de Córdoba).

El Congreso ha finalizado con un concierto de piano y violín, para festejar el evento, a cargo de los profesores del Conservatorio de Música de Priego, Ruth González y Rafael Jurado Ortiz.



13.- Almuerzo en el Restaurante los Almendros.

Un breve colofón. El Dr. Gil Albarracín ha dado fe del cuarto de siglo transcurrido promoviendo y difundiendo con el sello de la AHEF el estudio y la investigación del franciscanismo. Con este último Congreso consecutivo, Priego ha quedado legitimada como ciudad congresual, aspiración capitalina. 


14.- El Convento en el barrio de San Francisco (Priego).

No existe otra en la que se hayan celebrado tantos encuentros monográficos y tan fascinantes e importantes. Priego constituye, pues, un referente cultural de “episodios franciscanos” con rango internacional, para conocimiento, como ha dicho Fernando Savater, de ese monstruo de mil cabezas que es la opinión pública.

Manuel Peláez del Rosal: "El académico correspondiente" (Diario Córdoba, 22.04.2019)


EL ACADÉMICO CORRESPONDIENTE 

Manuel Peláez del Rosal 

(Real Academia de Córdoba)
en
Diario Córdoba, 
Lunes 22 de abril de 2019, pág. 10.


Las Reales Academias –y las que no lo son, con pretensiones o no de verse favorecidas por la Corona- distinguen entre sus miembros varias categorías: en primer lugar los miembros de número; en segundo lugar los miembros correspondientes, que a su vez se pueden subdividir entre correspondientes con residencia fija en la capital o ciudad en la que tenga su sede, y correspondientes con residencia fuera de ella, bien en el territorio nacional, bien en el extranjero; y, en tercer lugar, los académicos de honor, honorarios o de mérito, sin que esta categoría implique por lo que respecta a su naturaleza una posición de superior o inferior condición, como sí la tienen las dos primeras en cuanto a su rango. A este elenco habría que añadir además la categoría de académico supernumerario, que alcanza a quien habiendo sido numerario traslada su residencia a otra ciudad.

La gente de la calle, lamentablemente y por lo general, no advierte la diferencia de clases, como tampoco muchos de los académicos que se hacen notar cara al exterior, y se encastillan en el género “académico”, sin que éste sea un “unicum”, pues en honor a la verdad unos académicos son  “más” académicos que otros.

La voz Academia es un término muy manido, plurívoco, y en la actualidad, extensivo a múltiples entes económicos o asociativos. Su polimorfismo induce a confusión. Comencemos por el de mayor importancia en sentido propio, dejando al margen a todos aquellos que emplean el vocablo con carácter comercial o asociativo (Academia de Peluquería, de Conducción o del Cine).

Lejos queda ya el período histórico en que la Universidad era la Academia por excelencia. En el Diccionario de Autoridades se reconoce la uniformidad, pero desde el nacimiento de las academias como organismos culturales más que docentes la diferencia ha quedado evidenciada.

Hoy las Academias son corporaciones selectivas que regulan sus fines con un acento de mayor culturalidad que las universidades. En 1713 se fundó la Real Academia de la Lengua, y en 1738 la de la Historia, año en que se aprobaron sus estatutos por Felipe V y considerados sus individuos como “criados de mi Real Casa”.

La categoría de académicos correspondientes de la Historia data de 1770 “para individuos de mérito residentes fuera de la Corte o en el extranjero”. En 1845 se reguló su condición para todas las provincias. Y por lo que respecta a la de la Lengua la figura quedó reconocida desde 1859.

Por lo que respecta a la Real Academia de Córdoba esta es una institución o Corporación de Derecho Público cuyo origen data de 1810. En el Resumen de las tareas de la Academia Cordobesa, publicado en 1847 se incluye una relación de 44 académicos correspondientes que el secretario que la suscribe a continuación de la de los señores numerarios denomina “Corresponsales”, y entre ellos al Duque de Rivas, Amador de los Ríos, Mesonero Romanos y Echegaray, prohombres o “personas tan conocidas en la república de las letras…”.

Fue el Reglamento de 1868, aprobado siendo director don Carlos Ramírez de Arellano, el que dentro del Cuerpo Académico comprendió la categoría de Académicos Correspondientes, reconociendo su derecho a la asistencia a las sesiones con autorización del director solo “cuando se trate de materias literarias, y con la obligación de contribuir como los numerarios con sus trabajos científicos, literarios o artísticos a los fines de la Academia con sus noticias y voz” (art. 4).

El adjetivo correspondiente que individualiza esta categoría implica la relación del académico con la Academia y de su colaboración institucional. En su origen no se distinguieron ambas categorías, más que por su procedencia geográfica: estar domiciliado en la capital o fuera de ella. Los Estatutos cordobeses de 1992 consideraron a sus miembros correspondientes como “personas caracterizadas acreedoras a esta distinción”. La desigualdad entre académicos numerarios y correspondientes con residencia en la capital reside solo en sus derechos de sufragio, facultad que le está vetada a los segundos, aunque en mi opinión debe reconocérseles una cuota participativa o sindicada en el proceso de elección tanto de los numerarios como en lo que es más trascendente: en la elección de la Junta Rectora que se lleva a cabo cada cuatro años.


En definitiva y como conclusión, aunque el término correspondiente en el ámbito académico alude a aquellos miembros que no residen en el lugar en el que tiene su sede la corporación en cuestión, es la función que deben desarrollar la que le da sentido a su categoría, como colaboradores de ella, aportando el resultado de sus investigaciones al enriquecimiento cultural de la institución a la que pertenecen. Como tales académicos, vienen obligados a leer en una sesión científica su comunicación “de ingreso”, durante un plazo máximo de media hora, a la que contestará un académico de número durante un plazo máximo de diez minutos.

Convendría por todo ello fijar reglamentariamente con mayores precisiones este tipo de Académico Correspondiente, esencial hoy día en el organigrama y actividad de las Academias, reconociéndoseles sus derechos democráticos, lejos de otras estimaciones, pues su colaboración en cuanto a su participación y frecuencia en sus sesiones o actividades es en muchos casos mayor que la de los numerarios.



Manuel Peláez del Rosal: Lo que vi y oí en Priego de Córdoba. El cuarto domingo de mayo (Diario Córdoba, 19.06.2018)


LO QUE VI Y OÍ EN PRIEGO DE CÓRDOBA.

EL CUARTO DOMINGO DE MAYO


Manuel Peláez del Rosal

De la Real Academia de Córdoba

Diario CÓRDOBA, 19.6.2018

         Hace la friolera de 74 años, en 1944, un cronista de Córdoba, José María Rey Díaz, a quien ahora los idus de marzo municipales capitalinos le quieren arrebatar el merecido honor del rótulo de la calle a él dedicada, estuvo en Priego y escribió para el CÓRDOBA un apasionado artículo titulado “Lo que vimos el Domingo de Jesús”.

Aprovechando la ocasión de celebrarse el Año Jubilar Nazareno, concedido por el Santo Padre con motivo de cumplirse el 425 aniversario de la fundación de la primitiva cofradía, he formado parte el 27 de mayo pasado de lo que ahora eufemísticamente se llama “ciudadanía” y me he empapado, a punto lo he estado por la adversa climatología, de las fiestas que se han celebrado para conmemorar la efeméride.



La iglesia de San Francisco, que es la sede canónica de la denominada hoy “Pontificia y Real Archicofradía y Hermandad Sacramental de Nuestro Padre Jesús Nazareno, María Santísima de los Dolores Nazarena y San Juan Evangelista” rezumaba por los cuatro costados esencias franciscanas. Su retablo mayor bellamente engalanado para el septenario en su honor con un exorno floral que ocultaba la arquitectura de la portentosa máquina artística tras de ella, presentaba en el centro de la tramoya efímera del escenario -excelente faena de Antonio Bermúdez- la bendita imagen de Jesús Nazareno “tan devota -dijo ya en el siglo XVII el cronista fray Alonso de Torres- que no la ve criatura que no se aficione a su belleza”. Y a los pies del retablo el altar mayor, cátedra religiosa por la que han pasado en la semana que ha precedido al domingo, tres vicarios generales, dos obispos y dos arzobispos, y entre estos monseñor Asenjo, metropolitano de Sevilla. En 1944 –eran otros tiempos- sólo predicó el magistral de Zamora.



Unas breves palabras sobre la alocución pronunciada el último día del septenario. Se celebraba el domingo la festividad religiosa de la Santísima Trinidad, pero también el día culmen de la tradicional fiesta del voto. Ninguna referencia al dato histórico inexcusable e ineludible, (cada vez más la causa es olvidada), pero sí a la actual crisis de valores y a la crucial situación por la que atraviesa la Patria acosada por el independentismo y la anunciada moción de censura gubernamental. Estoy seguro que la imagen nazarena oirá la voz del pastor, que a su vez es la de todo un pueblo, para conducirla por un sendero en el que se vislumbre la mejor solución para el peor momento. El aria de Jesús Nazareno cantada por el tenor Carmona y la misa de la Coronación de Mozart a cargo de la Coral Santa María de la Victoria y la Orquesta Promúsica de Málaga, embriagaron las bóvedas barrocas desparramando su melifluo néctar musical sobre la multitud que abarrotaba la iglesia e invadía el aledaño Compás.

Por la tarde la grandiosa salida procesional extraordinaria con las sagradas imágenes titulares escoltadas por la Policía local, -la de los Dolores estrenaba saya bordada por José Luis Sánchez-, y la del Nazareno con sus áureas andas nuevas. Espectacular cortejo. Velas, centenares de mantillas, estandartes, guiones y banderas de las representaciones de las Hermandades locales y de otras foráneas, portando sus varas de mando y emblemas como testigos de su identidad.  



El color, la luz y el sonido se hicieron presentes a lo largo y ancho de su recorrido, con nubes de pétalos que alejaron las que amenazaban lluvia. Rimbombante la participación de la Banda de Música de Nuestra Señora de la Esperanza de Córdoba. Ostentosa la Banda de Cornetas y Tambores de la Hermandad fe y Consuelo de Martos. Pomposa la de la Agrupación Musical de las Angustias de Alcalá la Real en simbiosis con la de los Turutas de Priego. Y soberbia y sublime la Legión venida a Priego gracias a las gestiones de Salvador Paz, con efectivos de Almería y de Ronda. Su marcialidad y pundonor hicieron estremecer al público que presenció el desfile hasta el cierre de la procesión rondando la una de la madrugada, entre incesantes vivas a Jesús Nazareno,  y al Rey de Priego, que es como aceptarlo patrono de la ciudad por aclamación popular.


En 1944 se produjo la sanación de D. Elías Arboledas, acuciado de un gravísimo mal, por virtud de la foto que un amigo suyo colocó en el manto de Jesús, escribí en mi Historia de la Hermandad escrita en 1993, al cumplirse el cuarto centenario de la fundación. El milagro este año ha sido procesionar a Jesús sus costaleros con señorío, con elegancia, con majestuosidad, hipnotizada el alma de la ciudad por la mirada dulce y atrayente de su Nazareno, sin que cayera gota.

Esto fue lo que vi y oí  en Priego el Domingo de Jesús en mayo de 2018. Imborrable. Inolvidable. Apoteósico.


Manuel Peláez del Rosal: "Jesús Cuadros Callava" (Diario CÓRDOBA, 28.5.2018)

 Jesús Cuadros Callava,

miembro Correspondiente

de la Real Academia de Córdoba

 Manuel Peláez del Rosal

Real Academia de Córdoba

Diario CÓRDOBA, 28.5.2018

 

El arte de la biografía consiste en presentar a otro. No poner en valor, como se dice pedantemente, sino en valorar su vida y su obra. Cuando tal presentación se hace sobre alguien que tiene los pies en la tierra, la biografía se convierte en memoria para los demás, que no son el otro, en el bien entendido que no se ha consumado su paso, porque no ha dejado de existir totalmente, ni se ha agotado su tránsito, porque es incierto e indeterminado el camino que aún le falta por recorrer.


El arte de la biografía, a mayor abundamiento, no ha de ser lineal: que si se bachilleró, licenció o doctoró el sujeto interesado, que si ha publicado esto o lo otro, aspectos socorridos para ponderarlo, que todo ello se da por supuesto en personas que han tenido y tienen una sustancia o naturaleza académica; ni mucho menos que si ejerció o ejerce una profesión u otra de la que vive y por la que trabaja, que tales pluses van implícitos, por lo general en la  existencia del biografiado, datos que se colacionan abrumadoramente hasta alcanzar el cénit del aburrimiento. No; la biografía ha de adentrarse en el alma del biografiado, para trascenderlo y destacarlo y diferenciarlo por virtud de los méritos que han concurrido para distinguirlo y personalizarlo.

Y ésta es la cuestión. Jesús Cuadros Callava, que así es como se llama el relacionado por el historiador que hace la función de la notoriedad, ha sido distinguido como miembro Correspondiente de la Real Academia de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes de Córdoba, en su última sesión corporativa, incorporándolo a su elenco de Académicos Correspondientes con residencia fuera de Córdoba, y en el caso concreto en Priego de Córdoba.

La Real Academia de Córdoba ha evaluado razonada y razonablemente las condiciones y títulos que han concurrido en el recipiendario, destacando la diferencia que lo singulariza, y que no es otra que ser portavoz y guía de los estudios electrónicos, informáticos y telemáticos aplicados a los archivos, realidad, no entelequia, sobre la que cada día el sujeto en cuestión se implica, no en sentido técnico, sino humanístico, como método para aplicar el acervo documental a las ciencias sociales y al aprendizaje. Aquí es en donde el nuevo Académico se proyecta con sus estudios la forma para dar sentido a la materia que rodea a su entorno, y que con anterioridad la ha experimentado en centros educativos y revistas especializadas. Basta acercarse a Legajos, que este es el nombre acuñado por Jesús Cuadros para su innovador proyecto hecho carne, y escudriñar en los contenidos de los diez números publicados hasta la fecha. El nombre de los convocados, los temas dados a luz, y sobre todo la metodología empleada en unos y otros, son y han sido el acicate por el que Priego de Córdoba en donde ha tenido lugar el ensayo, los investigadores se han sentido motivados con la idea que se debe al nuevo Académico. La distinción le ha sido otorgada a Jesús Cuadros no por lo que le queda por hacer en este campo, que esperamos siga siendo fecundo y fructífero, sino por lo que ha hecho hasta el día de hoy, colocando a su pueblo natal en la órbita de la innovación y del ciberespacio archivístico.

Pero volvamos a la biografía para entender mejor lo que llevamos expresado hasta aquí. Ha sido Anna Caballé quien tratando sobre la naturaleza de esta rama del saber, ha pontificado, dicho sea en sentido laico, que en el momento presente vivimos en la Edad de Oro de la biografía. Las redes sociales son el soporte de este “impulso biográfico”, son el hilo conductor de esta energía, o de esta sinergia. No obstante, si se me permite, estos retazos no quedarán indelebles en la cultura popular. Desaparecen con el mismo vértigo con el que se generan. Yo diría que nacen para morir, o mueren por nacer o por haber nacido de esta manera. El envite biográfico  que queda imborrable es el que anuncia un nuevo camino y lo actúa, el que siembra para recoger, el que cosecha para continuar como el cangilón de la noria llevando el agua a otras sementeras.

La obra de Jesús Cuadros Callava, que ha sido tomada en consideración por la Real Academia de Córdoba para distinguirlo como Académico Correspondiente lleva este marchamo, esta denominación de origen de la cultura, que es el producto que le enaltece. Fue el poeta Quinto Horacio Flaco con su sabiduría quien profetizó que la biografía es el arte de la memoria y que la vida no regala nada a los mortales sin un gran esfuerzo.

 

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Manuel Peláez del Rosal: "El cronista Maraver y Alfaro, hijo ilustre de Fuente Obejuna" (Diario CÓRDOBA, 6.4.2017)

 EL CRONISTA MARAVER Y ALFARO,

HIJO ILUSTRE DE FUENTE OBEJUNA

 

Manuel Peláez del Rosal

Real Academia de Córdoba

Diario CÓRDOBA, 6.4.2017 

         “Vate de primera fuerza”, llamó Antonio Alcalde Valladares a don Luis Maraver y Alfaro al prologar su rarísimo libro póstumo, en poesía y prosa, “Almacén de Quita Penas”,  destacando la valía literaria y otros muchos méritos del cronista cordobés.

        La Real Academia de Córdoba, en la recién estrenada etapa que lidera José Cosano Moyano, ha abierto una línea editorial con el título “Cordobeses de ayer y de hoy”, de la que ha aparecido ya un primer volumen, al que seguirán otros con idéntico motivo: dar a conocer antiguos personajes históricos locales con nuevas perspectivas y otros menos estudiados, por no decir ignorados totalmente.

        Con este sano propósito hemos vuelto la vista atrás para perfilar y completar la biografía de una histórica figura cordobesa, la de Maraver, cronista de la capital y de la provincia, escasamente divulgada, tanto en su pueblo natal, Fuente Obejuna, como en la ciudad en la que transcurrió una buena parte de su vida.

        En anterior ocasión publicamos un artículo que ha tenido una amplia repercusión y que titulamos “Notas sobre el primer cronista oficial de Córdoba y su polémico nombramiento”. Ahora rematamos este aspecto del polifacético personaje, abundando en su también ganada a pulso distinción honorífica de cronista provincial que se sumó a la municipal reconocida con anterioridad.

        Transcurría el año 1862. Estaba reciente aún el viaje de la reina Isabel II a la capital, en la que por agasajarla desmesuradamente se endeudaron las arcas públicas. En la sesión de la Diputación provincial de 17 de octubre “se dio lectura de una exposición del cronista municipal D. Luis Maraver con que acompaña un libro en folio manuscrito ilustrado con láminas y buena encuadernación sobre los acontecimientos del viaje de SS.MM. y AA.RR. por esta provincia dedicado a la Corporación… La Diputación –añadía el acta- solo pudo examinarlo ligeramente y agradecida a la atención del Señor Maraver determinó nombrarle Cronista provincial honorario y que se le diese una gratificación de dos mil reales para ayudarle a los gastos que se le habrán ocasionado”.

        Maraver “individuo “intuitivo y eficaz”, llevó a debido efecto su ofrecimiento viendo la luz el manuscrito con el título “La Corte en Córdoba” y remitió a la Diputación 80 ejemplares para que los diputados los distribuyesen entre los pueblos de sus distritos y poder tener estos una noción exacta de los festejos con que la provincia de Córdoba obsequió a los Reyes.

La figura del cronista municipal y provincial don Luis Maraver y Alfaro ha sido examinada con relativa profundidad por los arqueólogos, uno de los cuales, Jorge Maier, ha redactado la entrada inserta en el Diccionario Biográfico Español abundando en esta faceta que aún siendo importante no es ciertamente ni la única ni la más significativa. Lamentablemente se han reproducido reiterados errores en cuanto a la fecha y lugar de nacimiento que ocurrió el 17 de octubre de 1815 en Fuente Obejuna (no en 1812, ni en 1814). 

Se lamentan asimismo sus biógrafos de no saber cuáles fueron los primeros pasos de su niñez y juventud, siendo así que aprendió las primeras letras en su villa natal (“…por quitarme de la casa/ en la escuela me pusieron: ¡y qué poco aproveché!/ en cambio salí maestro/ en jugar a la pelota/ y en apedrear los perros/”). Eso sí, destacan sus famosas expediciones y excavaciones realizadas en Fuente Tójar y Almedinilla (1867), y a las discrepancias para hacer lo propio en Munda (1868), lo que le valdría ser nombrado Académico Correspondiente de la Real Academia de la Historia.

En este mismo sentido apenas si se ha reparado en su profesión principal, que fue la de médico de homeopatía, entendiendo por ésta la basada en la doctrina de que “lo similar cura lo similar”, y afirman que es poco lo que sabemos sobre su formación sin entrar en más detalles. El propio Maraver encubierto en el seudónimo Fray Liberto dirá que tras su retorno a casa después de haber permanecido varios años en la ciudad de Córdoba y cansado de “estudios sacristanescos” cursó la carrera de Medicina en la Universidad de Sevilla (no en Madrid), profesión que ejercería durante más de 20 años hasta su marcha a la capital del Reino a finales de la década de los sesenta del siglo XIX.

Hay otros testimonios más que se suman a lo anteriormente expuesto y que complementan su especialización. En la escritura otorgada el año 1865 ante el escribano cordobés López de Ilarduy respecto a su profesión declara ser médico y “cirujano”. Existen datos de 1854 y 1860 según los cuales consta su participación en las medidas acordadas para remediar las epidemias de cólera morbo que azotaron en aquellas calendas la capital.

Desde 1870 hasta 1886, en que falleció, Maraver se dedicó en cuerpo y alma a la edición de un periódico satírico, titulado “El Cencerro”, con el que alcanzó la celebridad.

Los restos de don Luis Maraver descansan en el cementerio civil de Madrid. Un sobrio obelisco deja aún ver su nombre por cima de una corona de laurel y una pluma, como únicos emblemas que dieron sentido a la vida y a la obra de quien fue a la postre convicto republicano y federalista, además de poeta, profesor, inspector de antigüedades, coleccionista numismático, historiador, dibujante, editor y periodista.

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